Estos vinos pertenecen a los recuerdos de mi niñez. Mi padre les dedicó un cuidado inmenso, tratando de de preservar perfectamente todo el aroma y suculencia de la fruta. Los primeros vinos de uva secos llegaron en el 2006: luego de unos pocos experimentos finalmente fueron hechos a partir de uvas dejadas en el sol, en Piriolo y Pistamota, donde la expresión más natural de ese tipo de uva está concentrada.