Entiende al viñedo y deja que se exprese por sí solo…
Cuando empecé a cultivar los viñedos heredados de nuestros ancestros, aún era incapaz de entender la naturaleza que estaba frente a mí. Tenía miedo de forzarla y no respetarla. No tuve un guía, pero todavía sabía que los viñedos me estaban hablando, aunque aún no podía entenderlos.
¿A dónde debería ir? Me preguntaba por dentro: las uvas tienen color, sabor y aroma. Todo esto es dado por la luz y el calor que se transforman en materia y le dan a las uvas su calidad. Luego el hombre interviene, con su conocimiento e instinto. El hombre entra al viñedo y trata de entender las plantas que se expresan de diferentes maneras. Entender a una planta es como conocer a una persona, porque cada acción hecha en la planta produce una reacción. Esta reacción, si es positiva nos permite entender cómo proceder, cómo hacerlas crecer y disfrutar su madurez.
Fue el descubrimiento de un proceso creativo. Y la creatividad es el alma del trabajo artístico que he enfrentado en el pasado y sigo enfrentando hoy en día. Entendí que solo podría encontrar mi camino trayendo trabajo artístico al viñedo. Gradualmente fui dándome cuenta que era allí donde podría realizarme porque la naturaleza es sincera, generosa y no necesita pretextos o palabras. Es como el arte, si es real.
Pude conocer otros productores de vino que ya habían rechazado pretextos en el pasado y habían elegido el camino de cultivar respetando completamente la naturaleza, modelo generalmente llamado “orgánico”. Este intercambio de experiencias abrió mis ojos. Pude ver un vistazo de los detalles que antes había pasado por alto, porque otras personas, verdaderas pioneras del conocimiento del cultivo del vino, me los mostraron. Hoy sé que dar personalidad a nuestros vinos no solo significa recoger uvas maduras y saludables del viñedo, sino que la intervención del hombre también es importante y sin su compromiso nada es real. Nuestras 17 hectáreas de viñas, las cuales pronto estarán completamente convertidas a la viticultura orgánica, están divididas en 4 viñedos. Cada uno tiene sus cualidades y características especiales propias. La meta que nos fijamos cada día es simple pero difícil: dejar que cada uno de estos viñedos se exprese por sí mismo según su autenticidad y extraer todas sus posibles características distintivas.